Frente a la pregunta por la causa de la condición actual de existencia, es decir, por qué se es pobre o rico, jefe o empleado, dueño o inquilino, una posible forma de buscar su respuesta es, parado desde la situación actual, contemplar en retrospectiva cuáles fueron los hechos que han llevado a producir las condiciones actuales de dicha existencia. Ahora bien, cómo reconocer un hecho determinante o modificador en la historia. La respuesta más certera a ésta pregunta es la que entiende al hecho histórico en términos de acontecimiento. El acontecimiento es aquello que inesperadamente irrumpe en el devenir histórico para transformarlo. Es la culminación de un proceso que, hasta entonces, se venía desarrollando al interior de una estructura, es decir, que su llegada parece impredecible. El acontecimiento es una erupción que quiebra la estructura de la vida cotidiana de los hechos, para marcar un antes y un después. Entendido de esta forma, es el lugar de privilegio desde el que se puede analizar tanto los procesos que lo llevaron a ocurrir, como los efectos que el mismo tuvo en el desarrollo posterior de las historia, es decir, en la vida de las persona.
Entre los meses de marzo y junio de 1968 tuvieron lugar en Francia una serie de levantamientos de obreros y estudiantes que pusieron en jaque el orden establecido conocidos como el mayo francés.
El mayo francés puede entrar en lo que aquí se considera como un hecho histórico, un acontecimiento.
La protesta comenzó el 22 de marzo de 1968 cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Nanterre, liderados por Daniel Cohn Bendit, protestó contra el autoritarismo, el orden social vigente, los valores y la moral burguesa en vistas a crear una sociedad nueva y justa, tomando las instalaciones. El 3 de mayo la Universidad de la Sorbona se solidarizó con el reclamo. La policía invadió el edificio y reprimió duramente a los estudiantes. Esta actitud por parte del gobierno frente a los reclamos desencadenó la lucha en todas las universidades del país.
Pero, uno de los símbolos del levantamiento de mayo fue que no se trató solamente de una revuelta estudiantil. Hacia los años 60´ el avance de las políticas neoliberales, había pauperizado la situación de la clase obrera, y los trabajadores franceses no eran la excepción. Los obreros se unieron a la protesta llamando a un paro general anunciado por los sindicatos el día 13 de mayo en reclamo de mejoras en la condiciones de trabajo. Toda Francia quedó paralizada. Si los obreros lo deciden, no hay comida, ni transporte, ni comunicación, ni movimiento económico de ningún tipo.
A las universidades se sumaron las fábricas ocupadas. El 20 de mayo los huelguistas llegan a los ocho millones. A esta altura, el panorama era de guerra interna; barricadas, humo, incendios y manifestaciones constantes sumadas a la brutal represión policial y la resistencia de las masas. Todo se ocupaba, no sólo las fábricas, escuelas y universidades. Estaban de huelga el metro, correos, teléfonos, gasolineras, ferrocarriles, músicos de ópera, futbolistas, enfermeras, empleados de comercio, de los bancos. Se instaló de hecho un doble poder y los trabajadores cuestionaban quiénes eran los dueños del país. El 24 de mayo el movimiento llegó a su punto culmine, a partir de ahí, la traición del partido comunista francés y la CGT, que negociaron con el gobierno, comenzó a debilitar la protesta y provocar su retroceso. Los “acuerdos de Grenelle” finalmente firmados el 27 de mayo, contemplaban mejoras en las condiciones laborales, aumento de sueldo, reducción de la jornada laboral, etc. Pero el movimiento obrero de base, que veía en su lucha la posibilidad de tomar el poder, no aceptó los acuerdos y continuó el paro. La CGT y el PCF, lograron socavar al movimiento fragmentando los reclamos y satisfaciendo las demandas de los distintos sectores por separado. El 30 de mayo el PCF y los socialistas franceses entraron en el juego de la democracia y aceptaron el llamado a elecciones propuesto por Charles De Gaulle. De todas formas continuó habiendo focos de resistencia como Renault y Citroen. La batalla final se libró el 10 de junio cuando la policía intentó poner coto a la toma Renault y Citroen en la localidad de Flins, teniendo como saldo: 1.500 detenidos, cientos de manifestantes heridos, 72 policías, algunos graves, 72 barricadas, 75 coches incendiados, 10 vehículos policiales incendiados, 5 comisarías atacadas, infinidad de incendios, vidrieras rotas. En Flins es asesinado un estudiante secundario por la policía.
Tras la brutal represión policial y los acuerdos económicos, los obreros vuelven al trabajo y el orden es restaurado.
Visto de una manera superficial, pareciera no haber tenido ningún tipo de repercusión, ya que se podría decir: “finalmente, no lograron nada”. Pero, lo que hay que ver es el peligro que estas movilizaciones masivas representan para el poder, que se ve obligado a hacer conseciones como: aumento de sueldos y mejoras en las condiciones laborales, junto con un llamado a elecciones, para lo cual necesitaron de la ayuda de los partidos de “izquierda”. Lo que se busca señalar es que realmente estas movilizaciones pueden llegar a tomar el poder, de otro modo no se entiende como el gobierno capitalista mejoraría las condiciones de la masa obrera más que para mantenerlos calmados.
Pueden distinguirse, entre otros, tres factores que contribuyeron a hacer menguar la protesta: en primer lugar, la falta de organización de las masas, lo cual acarreó la dispersión de fuerzas y el retroceso frente a los oficiales de la policía bien equipados y disciplinados. En segundo lugar, la traición de las cúpulas sindicales a las bases, quienes pactaron con el gobierno a espaldas de sus compañeros representados. En tercer lugar, la fragmentación que las cúpulas sindicales generaron en las masas obreras y, finalmente la alianza del PCF y los socialistas con el gobierno de de Gaulle.
Retomando el planteo inicial, puede preguntarse cuántas de las cosas que llevaron al aplacamiento de las protestas del mayo francés no son moneda corriente en la argentina actual. Burocracia sindical, una izquierda funcional al la derecha, una clase obrera fragmentada.
Revisar los acontecimientos permite analizar más claramente las fallas y aciertos de determinados procesos históricos para observar sus consecuencias.
El mayo francés es un ejemplo de la capacidad del hombre para desafiar lo establecido y superar la estructura.
Frente Estudiantil de la Mesa de Accion Revolucionaria